Desde que dejé la preparatoria (al rededor de dos años), mi vida a tenido cambios notables. Tanto en mi cuerpo como en mi vida personal. Pasé por un duelo del cuál no pretendía salir, si no quedarme en el camino evitando resolver mis conflictos y enfrentarlos con madurez. Hoy revisando archivos, encontre un documento que escribí cuando no me sentia tan bien, aquí lo comparto:
Estoy cansada
Cansada de sentirme así, me siento sola, en una de las ciudades más grandes del país, con una de las familias más grandes y cálidas. Me siento terriblemente sola.
Cansada de lo mismo todos los días, de levantarme y sonreír. De llegar al trabajo que me gusta y no saber si en realidad me gusta o solo es que ahí me siento útil.
Cansada de estar constantemente triste, con una sonrisa para no entristecer mí alrededor, para no dejar ver lo que en realidad siento.
Cansada de pelear con mi cuerpo, de verme al espejo y odiar lo que veo. De que me digan “estas gorda” y de decírmelo yo misma, cada vez que veo a mis amigas y trato de verme mejor.
Cansada de mandarle indirectas y que él ni enterado este, de verlo conectado y no hablarle porque creo que solo lo molesto, de escribirle pensamientos, frases. De dedicarle canciones que él nunca escuchara con el sentido que yo lo hago.
Cansada de escuchar “le gustas” cuando yo entiendo que el solo se preocupa porque soy su amiga, cansada de tratar de averiguarlo y solo darme cuenta que no es así.
Cansada de buscar la perfección, aun estando consciente de que no existe; Tomando en cuenta que todos tenemos defectos, pero yo solo veo los míos.
Estoy tan cansada de mi vida. No entiendo porque, solo estoy viviendo lo que yo misma he cosechado; y aun así estoy tan cansada. Cansada de comer, cansada de dormir, cansada de sonreír… cansada de vivir.
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