miércoles, 14 de noviembre de 2012

Estoy bien.

Hace tiempo que no nos vemos, ya me había acostumbrado a verte, a hablarte...siempre. Es extraño, pero te hecho de menos. Me hacen falta tus ojos y las palabras que compartías conmigo, hemos cambiado; todo a cambiado desde que decidimos aclararlo.
Me gusta pensar como hubiera sido si las cosas hubieran tomado otro curso, pero luego recuerdo que, tal vez Dios me tiene preparado algo distinto. ¿Sabes? me he acercado más a Dios desde aquella tarde, me he acostumbrado a hablarle más seguido, tal vez no es la manera en la que cualquier otro lo hubiera hecho; yo sí y me alegro que, a mi manera, estoy más cerca de él.
Escribir ha sido menos sencillo y muy escanso, me invaden los pensamientos y las ideas incoherentes, entonces te recuerdo e intento distraerme... La distracción funciona hasta que algo me recuerda a tí, entonces vuelvo a pensar en nuestra amistad, vuelvo a pensar en todo lo que me dijiste y mi sonrisa disminuye, aunque no se va. Me alegra saber que estás bien y me alegra tambien, saber que yo lo estoy.

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