Camino

A pesar de tantas caídas por haberme lanzado a volar con unas alas tan pequeñas, me llega de todos lados una sonrisa y palabras que retumban en mis oidos para recordarme que no estoy sola, que soy una persona rodeada por seres maravillosos que permanecen a mi lado sin importar mis altibajos y locuras, que parecieran empeñarse en terminar sobre alguna otra meta muy distinta a la que ya me había planteado. 

Esta vez es distinta, no veo el final de la meta y cada que volteo para ver por donde voy, mi punto a seguir ha cambiado, llevandome a recorrer el camino más largo en mi mediana existencia, mismo que se va distorcionando para llevarme por senderos en los que nunca había estado y a otros en los que, a pesar de ya tener experiencia con las piedras que existen en ellos, sigo tropezando para quedar sobre las mismas marcas de mi cuerpo que cayó sobre la tierra.

Sigo las mismas huellas de mi antiguo caminar, parece más sencillo y en ocasiones me encuentro parada observando las marcas de mis rodillas, que al caer quedaron golpeadas para recordarme que si he caído me pude levantar para seguir, que no me detenga y siga el largo camino que se me ha puesto como reto en mi destino.