Fue un año de diversidad. Fue un año de novedades, rodillas raspadas, llanto, risas y en ocasiones de rendirme antes de encontrar la solución. No me puedo quejar, me quedo con personas maravillosas que me acompañan a comenzar un año más de retos y aprendizajes. La felicidad siempre estuvo conmigo, solo que no la apreciaba de la manera en que ahora lo hago.
Me alegro de comenzar rodeada de amor, felicidad y salud, el dinero vendrá con el empeño que le ponga a mi trabajo y la iniciativa que tenga en el mismo; Dios me acompaña siempre y pone en mi caminar a personas que me quieren, así como las que eligen enfrentar lo bueno y lo malo junto a mi.
Gracias a Dios, hay muchas puertas y brazos abiertos para mí este 2014.
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